Con la cara entristecíaél me confesaba
las que está pasando
con la separación
y que caro está pagando
que en su matrimonio
se apagara el amor.
Como puedo explicarles
que era ya imposible
seguír en el mismo techo
dónde con ellos jugaban
y les di, tantos besos.
Nunca pensé
con lo que yo me he preocupao
de que nada les faltara
su estudios, los trabajos
que me vean por la calle
y que me vuelvan la cara.
Nunca pensé
de que la mare de mis hijos
nunca me lo perdonara,
¿qué verdades les has contao?
para que tanto me odiaran.
A solas,
cuando el recuerdo me acongoja
me hundo, y las lágrimas me ahogan.
Qué cruel
que no te quieran ver
siendo la sangre de mi sangre
y llevando mi apellío,
porque vivo con la que me quiere.
pero, nadie podrá
robarme el amor
de mis hijos.
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